lunes, 21 de enero de 2013

Escaneo en privado

En esta habitación llena de sillas y mesas, pizarras y luces anteriores al nacimiento de mis padres, mi mente dispersa escanea cada cosa que encuentra.  Las sillas astilladas, las pizarra descascarillada por el efecto del sol sobre ella, la pared descorchada, los cables que saludan desde las cercanías de las lamparas, la claraboya  rajada de la puerta...
El ruido de los motores de los barcos, por encima de la música privada de cada uno, hace que miremos el reflejo del puerto tras los batientes del balcón. 
El medio día se acerca y tú estás enfrente mio, te veo sin mirarte directamente, concentrado, frustrado, intento tras intento, tus caras, y de golpe vuelvo atrás en el tiempo.
Sentada un par de mesas más allá otro temario delante mio, otro sentado en tu puesto, otra yo...
El escaneo empieza, yo.
La esencia es la misma ¿o no?
Las capas han ido cayendo, la superficie ha perdido ese matiz iridiscente de aquella niña grande. El paso del tiempo  ha ido dejando paso al brillos de un llama escondida, las capas han caído poco a poco.
Algunas con momentos alegres y llenos de dulzura, otras con dolor y golpes a quema ropa, el día a día.
Las cosas cambian, algunas sutilmente, otras sin sutilezas ninguna.
La habitación ha variado poco, yo... lo suficiente.
Estoy más cómoda en mi propia piel, la felicidad no depende tanto de quien este a mi lado sino de lo que yo aporte al que quiera estar, deje de ser el centro de una esfera  e ilumine toda.
¿He crecido?
No lo creo, más bien deje de querer ser quien no soy.
He aprendido ha aprender.
La esencia ha cambiado, es maleable.
Si algo no gusta, cámbialo.
Una sonrisa furtiva se  me escapa, provocando una sonrisa ha quien me ve aquí, enfrentándome a mi misma en mi propio juicio si ellos saberlo.
Todo es mejorable me digo.
Y así en el arrullo del mar con mi propia música, vuelvo a mi.
Escaneo de nuevo esta vieja habitación  y me pregunto cuantas vidas ve pasar.
Cuantos momentos estarán escondidos.
En el escrito descuidado del amor de alguien en el borde de madera, en el susurro en mitad de una clase, en las peleas entre sus paredes, en aquel acto desaforado de aquellos estudiantes sobre la mesa...
Escaneo y en el susurro de aquella silla sobre el suelo.

Yo



martes, 8 de enero de 2013

Listas,biblioteca y nuevas palabras.

Son las 7 y media de la mañana y ya estoy en la biblioteca.
Tengo una ruidosa compañera de mesa de esas que se apropian de todos los sitios, como si todo fuera de ella y olvida que aquí se viene a estar en silencio.
La enana la mira de una forma, solo le faltan láser en los ojos para recalcar aún más el te voy a matar como sigas así.  Va camino de terminar con mi paciencia también, no te pongas a cotillear por encima de mi...
y no te sorprenda sino te gusta lo que lees.
He decidido hacer listas cortas por las mañana de las cosas que pretendo  hacer en un día, ver sí soy capaz de cumplir todo y son realistas.
Buscar una palabra nueva al día, no solo en inglés sino también en español.  No solo esas palabras que aparecen de vez en cuando en los libros y no entiendo. Sino abrir el diccionario, disfrutar de una nueva palabra.
A la semana intentare escribir un relato, retomemos viejas costumbres y escribir, escribir y escribir.
Ser más justa conmigo misma.
Hablar, esto parece sencillo pero para mi es un fuerte coñazo.
Y como ya había dicho sonreír.
Sigamos con música y apuntes por medio.



jueves, 3 de enero de 2013

Ya es tiempo de cambios




Mi hermana lleva días recordándome la particularidad de este año tiene el 0,1,2 y el 3.
Cuando la pequeña dijo- no están en orden
Mi madre y yo dijimos el orden de los factores no altera el producto.
Inicio de una discusión.
- Depende de los factores.
- Todo tiene un orden.
- El producto varía según quien mire el resultado.
En un batiburrillo de ideas y sonidos de copas al brindar, mi mente siguió su camino.
Me gustan los finales porque te permiten nuevos comienzos.
Disfruto con el olor del pasado, los buenos libros tienen más de un historia.

Había pensado si era o no conveniente hacer una lista de propósitos, hasta la empece más o menos con alguien. Uno serio, uno para disfrutar u así sucesivamente.
Licenciarme, investigar sobre ese máster que tanto me atrae, nadar, caminar...
Pero el día uno al despertar y ver... decidí que solo haría una cosa por día, sonreír de verdad.
Misteriosamente todo encajo.
Así que no tengo propósitos, no tengo algo que romper...Improvisare.
Necesito una libretita nueva... 
Es tiempo de cambio...hay 362 días de nuevas oportunidades.