domingo, 30 de abril de 2017

domingo, 9 de abril de 2017

Algeciras, Huelva, Sevilla

Para variar escribo desde un avión...
Llevo un mes fuera de casa.
Ha sido un viaje movido
Han pasado tantas cosas...
Han salido cosas a la luz y me alegro, he espuesto todo corazón y mente.
He visitado urgencias más de una vez, me he caído, empapado, llorado.
He estado en una ciudad que no me gusta y descubierto otra donde no me importaría vivir.
Se me ha vuelto a pegar el deje andaluz.
Me han llamado guardia civil por ser, al parecer, excesivamente recta y cumplir horario.
Como siempre,entre los alumnos, he hecho amigos y hay gente que prefiero no volver a cruzarme jamás.
Me han dicho tú sangre andaluza se ha desteñido tanto que es inexistente ya.
Me han pasado cosas que no quiero ni pensar, ni exponer, pero que hacen que me despierte llorando, gritando y con un ataque de pánico.
He visto ha gente que pensé que estaba fuera de mi vida, me han hecho una visita sorpresa al aeropuerto que trae como resultado una mini yo.
He echado de menos...
He estado ñoña, mimosa, sola...
He escrito.
Han surgido nuevas oportunidades y cosas a plantearme.
He vuelto a leerme tres libros en un día.
Me han recordado que vivir merece la pena y que lo bueno de llegar tan bajo es que en algún punto solo puedes empezar a subir.
Por intentar proteger de mí, rompí.
Vuelvo, para volver a irme en unos días.
Tengo que parar, necesito parar, tengo que frenar, dejar de callar...
Me estoy planteando seguir el consejo de alguien por una vez.
Estoy agotada, física y mentalmente​, no puedo mantener la media de once o doce horas diarias de trabajo.
Ya es abril y yo ni siquiera sé cuándo ha pasado el tiempo.
Tengo que sentarme ha hablar y no se si seré capaz.
Estoy preocupada por una dragoncita.
Tengo que ir a mínimo tres médicos.
No quiero recordar...