jueves, 9 de agosto de 2012

A golpe de tambor, el ritmo coge velocidad.
Los latigazos se incrementan.
Batalla perdida entre las manos atadas y las ganas de huir en dirección contraria.
El orgullo manteniendo tus labios sellados, aunque alguna lagrima escape sin control baje lenta por la mejilla.
Golpe a golpe, dientes apretados fuerte.
Nunca termina, un minuto se eterniza.

Difuminado.
Al final todo esta difuminado.

sábado, 4 de agosto de 2012

Negro, rojo, naranja y amarillo.




Un salto corto es sin duda más sencillo que uno largo, pero nadie que quisiera cruzar un foso ancho empezaría por saltar hasta su centro.


Carl Von Clausewitz







Cuando uno salta normalmente no sabe donde o como va a caer.
Te tiras al agua del mar sin pensar en las corrientes que hay debajo.
Saltas feliz en la arena si pensar en la dureza de la misma.
Saltas desde el columpio, como hacías de pequeño, sin miedo a caer.
Saltas para colarte a casa de aquel amigo que siempre se olvida la llave.
Saltas.
Pequeños o grandes, no hay certitud en el aterrizaje y si embargo que momentos más feliz es aquel en el que estás en el aire y el viento agita tu pelo.

Negro, rojo, naranja y amarillo.

Colores de un salto.