jueves, 11 de agosto de 2016

Mejor aquí

El polvo cae de la nada...
Han sido días extraños, ¿nos vamos?

Hoy alguien me dijo quiero un hogar yo conteste créalo.
Me dijo...Que fácil lo ves tú.
Y no se lo dije pero me harte.
¿Fácil?
Años de sacrificios, de discusiones, de perdidas.
Cuidar y proteger ha quien no podía hacerlo en esos momentos, soledad rodeada de gente.
Luchar por un futuro con todo en contra, coger las riendas de mi vida, una maleta e irme a donde haya trabajo.
Renunciar a la comodidad de una cama, de cuatro paredes y un techo, a la protección de un respaldo.
Enfrentarme día a día al miedo de que determinadas cosas se repitan.
No niego que he tenido y tengo apoyo, pero ellos también.
No, crear un hogar no es fácil.
Luchar por ello, luchar por uno, luchar por los que quieres.
No es fácil, no, no me han regalado nada.
Y ella mejor que muchas personas sabes, lo que he llorado, lo que he sangrado, lo que he perdido, a lo que he renunciado...
¿Fácil?
No.
¿Imposible?
No
Estoy cansada de escusas, de es que tú...De me mienten, de no son, no están, no...
¡¡¡¡¡BASTA!!!!
Vive, Joder vive.
Deja de mirar lo que hacen los demás, deja de juzgar el dolor ajeno, sus actos, sus decisiones, deja de pesar que todos lo tienen fácil o más fácil que tú.
Y lucha, si te caes te levantas, sino sale a la primera, saldrá a la segunda y sino a la mil ¿y qué?
Deja de poner expectativas imposibles en el resto si tú no las puedes cumplir.
Vive para ti.
Y va a sonar horrible, pero DÉJAME en PAZ



Vayámonos, antes de que todo salga por mi boca
antes de que lo diga y me de igual la repercusión que tenga
antes de que rota ya de tanto aguantar sobrepase los límites de lo adecuado
antes de Ser como un huracán

Lo Violeta está dicho en alto,
lo blanco dentro de mí

Alai


miércoles, 3 de agosto de 2016

Reflexión sin fecha de caducidad

Te deseo primero que ames y que, amando, también seas amado.   Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar no guardes rencores.

    Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.     Te deseo también que tengas amigos y que,incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

   Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.

   Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo,para que no te sientas demasiado seguro.  

   Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.  Y que en los momentos malos, cuando no quede nada más,esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

  Igualmente te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,y que haciendo buen uso de esa tolerancia,sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,y que siendo viejo no te dediques al desespero.

   Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.   

  Te deseo de paso que seas triste,no todo el año sino apenas un día.   

   Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.  

  Te deseo que descubras, con urgencia máxima,por encima y a pesar de todo, que existen y que te rodean seres oprimidos tratados con injusticia, y personas infelices.

  Te deseo que acaricies un gato, alimentes un pájaroy oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,porque de esta manera te sentirás bien por nada.   Deseo también que plantes una semilla,por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento,para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.

   Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico.   Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero enfrente de ti y digas: “Esto es mío”, sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

   Te deseo también que ninguno de tus afectos muera pero que, si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable. 


   Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer,






  y que, siendo mujer, tengas un buen hombre mañana y al día siguiente, y que cuando estéis exhaustos y sonrientes, aún sobre amor para empezar de nuevo.

   Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo nada más que desearte.

Victor Hugo