viernes, 16 de junio de 2017




"Pero ¿por que demonios nadie nos había enseñado que se podía pecar por ser injusto con uno mismo"

Mujeres que compran flores
Vanessa Montfort

miércoles, 7 de junio de 2017

Tres dicen que hay un tres

En tres días es la tercera o cuarta entrada que intento escribir.
Previas, por el día y hablando mal y claro porque me salía de las narices.
Pero, para no cambiar las buenas rutinas, cada plan o cosa que tenía se han ido al traste unido a un día, dejémoslo en particular, ayer.
Esta isla, que adoro, que odio a partes iguales, consigue que salga lo mejor y lo peor de mí.
En días cómo ayer la línea entre los dos estados es demásiado fina.
En días cómo hoy el traspasarla demasiado sencillo.
Por no hacerlo, hay cosas que debía hacer hoy que​ no he hecho, por no pagar con quién no debo nada.
He tenido y tengo, que controlar mi temperamento hasta niveles insospechados.
He podido perder mi familia por un momento de frustración, perder mi hogar por un momento de me rindo que le den por culo al mundo.
He pasado de la veintena a estar en el club de los treintañeros.
Tengo una llamada pendiente hoy que no se si podre hacer, porque hasta para escribir esto lo hago a trozos en segundos de pásame esto, coge aquello, ten en cuenta qué,¿ has llamado al médico? , No olvides que...
Frustración.
La suma de tantas cosas ya.
Una amiga de estas qué haces en el colegio pasa el tiempo y aún así es como si fuera ayer cuando la vistes o hablaste me decía:
Ra; tu mayor problema es que siempre pones a todos los demás por encima de tí.
Por una vez, y mira que eso es difícil, contestas Soy Feliz, ¿te merece la pena?
Alguien que quiero me dijo algo por el estilo el otro día y eso que iba en su contra.
Son tantas cosas a la vez...
Estoy superada, los intentos de llegar a todos lados son pocos fructíferos, estoy cerca de volver a explotar y la última vez no fue nada bien.
Me dijeron ayer que mi cuerpo no refleja mi alma, tienes cuerpo de joven, espíritu de niña y ojos de anciana, vez más allá del tiempo y el espacio.
Con las últimas palabras no pude evitar cachondearme...
Aunque una parte de mi se pregunta que hizo que me lo dijera.
Se que este texto salta de un lado al otro, es como yo...
Ya es casi de noche, seguimos montando, la cabeza empieza a decir descansa y ya mi cuerpo lo empieza a reflejar a niveles de ellos decirme no sigas.
Son tantas cosas...Sigo...