lunes, 28 de abril de 2014

Lanzarote

Me he enamorado de esta isla agreste, seca y tranquila.
Sus pueblos blancos que se ven desde la lejanía, su gente de mar simpática y campechana que te hacen sentir en casa aunque acabes de llegar.
Sus volcanes, distintos a los míos, con el mismo mar de fondo.
Su Graciosa, independiente pero a la vez suya.
Su oportunidad, nunca olvidare que gracias a ella, re descubrí la esperanza y nunca pensé que en dos semanas escasas ya la echaría de menos.







Yo