Los sueños a veces son extraños.
Soñé que salía a pasear, necesitaba unos zapatos que pegaran con una falda abombada llena de detalles que llegaba a las rodillas. Me paraba en un pequeño restaurante inglés especializado en pastas, riéndome con dos pequeñas. Sentada en esa mesa llego el cocinero, miro mis pies y dijo te haré unos zapatos Pequeña bruja.
Cogió pasta y le dio forma directamente en mi pie. Con fideos hizo la caña del botín, con dulces magdalenas fue creando el tacón , con infinita paciencia creo el labrado que lo recorría. Suavemente me los quito y los horneo en un horno que jamás había visto.
Mientras tomaba una infusión, con aquellas lindas niñas, veía aquel artista inesperado contemplar el avance de su obra.
Mi mente se preguntaba como iba a andar con unos botines de pasta.
El los saco me los ofreció y me dijo, Pequeña bruja de que material los desea y mi mente simplemente dijo cuero, al ponérmelos tenía los botines más hermosos y cómodos que jamás había visto de este material.
Y con dulzura infinita decía niñas enseñadle que no es malo tener poder, no es malo desear, no es malo usarlo.
Desperté simplemente, a gusto con la sensación de que por fin calzaba lo que permitiría andar me giré y volví a dormir pero por algún motivo ese sueño quedo en mi memoria, con la necesidad de ser plasmado en papel.
Yo
No se de quien es el dibujo, pero me encanto el colorido de la misma
