Sentada en la ventana los turistas me miran con curiosidad mientras los autóctonos saludan al grito de hola profe.
El ruido del mar acalla el sonido insesante de las alarmas que salen del aula.
Mousse de gofio casero para merendar.
Correcciones, risas, fuegos...
Hora de partir...
Echo de menos tú presencia, tus abrazos, el calor de la cama, pienso me dirijo a un lugar vacío.
Mi mente divaga insesante intentando cuadrar todo en las estanterías de mi mente, siendo consciente de que jamás podré separar del todo mi corazón alocado.
El jazz resuena en el sonido del viento, y las distintas lenguas rompen fronteras uniéndose en un sonido común.
Añoro las cosas sencillas del día a día
Aunque estoy en un lugar que me gusta, con buena gente y familia...
Pero...
Mi mente y mi corazón está en otro lugar.
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