jueves, 28 de julio de 2016

El aire acondicionado se anuncia con el leve ruido del motor.
La habitación está llena y vacía, a la espera de que la gente empiece a llegar.
Ha pasado la mañana a un ritmo sosegado.
 Izando la mayor, poniendo primero los sables, preparando poco a poco todo para partir en unos días.
 Pongamos toldos, protectores, pensemos ya con mirar al infinito, con enfrentarnos al mar embravecido.
Las libélulas pasan por encima nuestra...
Sueños de la próxima semana.
Se habla con casa, se camina hacia el reencuentro de un hogar difuso.
Se escribe, con el libro abierto de lectura pendiente...
Días normales, días distintos...
Clases...
Dejamos un rato la función de alumna del mundo, cojemos una vez más la de profesora y con paciencia intentamos que lo poco dominado permita conocer un poco más ha aquellos que quieren aprender...
Vivamos
Día a día, sin importar donde estemos.


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