viernes, 27 de mayo de 2016

Todos a veces somos egoísta.
Buscamos nuestro propio bienestar sin tener en cuenta a los que nos rodean.
Hoy me tocó vivirlo...
Tras el miedo, la desconfianza y el dolor, un solo quería disculparme...
La intención es buena.
Mi parte racional se alegra de que tenga el valor de hacerlo.
Mi parte emocional...no se alegra nada...
¿Por qué me traes esos recuerdos ahora?
¿Por qué para que tú estés mejor yo he de rememorar cosas que no quiero admitir que pasaron?
Es de madrugada, no descanso, no he tenido buen día por todo lo que me has vuelto a traer.
Precisamente por lo que he sentido no he hecho lo quería hacer, llamar a alguien en concreto o aceptar la oferta de personas cercanas.
No quiero ser la egoísta que antepone lo que necesita al resto.
Pero... quiero esconderme en ese abrazo seguro, donde recobro la calma para ser yo.
Quiero sentir esa presencia cálida.
Hoy quería escuchar su voz.

Alai
Voy a intentar fingir que duermo

No hay comentarios:

Publicar un comentario